martes, 23 de febrero de 2010

Real Fábrica de Paños de Brihuega. Análisis del bien industrial (II)

3. Fundación
El 1.º de abril de 1750, el Gobierno se decide a instalar la nueva Fábrica de Paños. Las obras comenzaron rápidamente bajo la dirección del arquitecto Manuel de Villegas –también participaría Ventura Padierne, uno de los cuatro aparejadores de la obra del Palacio Real-. Las obras del edificio supusieron un costo total de 617.857 reales a la Hacienda Real.
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Proyecto de Rotonda realizado para la Real Fábrica de Paños por Manuel de Villegas.

La Real Fábrica, tuvo una trascendencia fundamental para esta Villa. Ayudó a superar muchas dificultades económicas por las que atravesaban sus vecinos, aportó muchos puestos de trabajo, atrajo población y, en definitiva, fue el soporte sobre el que giró la mayor parte de la actividad económica de la villa durante la segunda mitad del s. XVIII.

La sucursal de Brihuega se componía de una casa-fábrica de figura circular, preparada para albergar 66 telares. También formaban parte de ella un batán a orillas del Tajuña para batanar paños, un lavadero de lana en el mismo, y una tierra de secano junto al batán, destinada a la siembra de güalda (varias hierbas del género Reseda, de la familia Resedaceae -en especial la Reseda luteola-, que se cultivaban para obtener un tinte amarillo del mismo nombre), pastel, rubia y otros ingredientes necesarios para los tintes de los paños La casa-fábrica era la principal instalación y la única que se conserva en la actualidad.

4. Fases de construcción.
La primera fase de construcción se inicia en el verano de 1751, durante el reinado de Fernando VI, creándose la llamada Redonda o Rotonda. Su planta circular se debe al arquitecto madrileño Manuel de Villegas, quien también trabajó en la construcción de la fábrica de San Fernando. Este primer diseño fue rechazado y sustituido por otro de Ventura Padierne, vinculado a las obras del Palacio Real de Madrid, quien respetó la idea original de Villegas de crear un edificio circular.

La idea original de Villegas consiste en un edificio de planta circular en dos y tres alturas. En la planta baja, se accede por el portal principal y el zaguán a una amplia escalera de acceso al siguiente piso. Divide la planta en seis zonas situando a la izquierda los almacenes y a la derecha los despachos de los maestros y piezas de hilada y a continuación los terraplenes y las oficinas de perchas y tundidores.

En la planta principal, estaban los telares y las hilanderas, recibidor, despacho, sala, alcoba, cocina y despensa. En la parte trasera del edificio, iría una tercera planta con las estancias del superintendente. Siguiendo en el eje de la entrada principal, sitúa otra salida sobre la vega del Tajuña y otra escalera de acceso a la planta alta. La traza del edificio contaba con numerosas ventanas con molduras abiertas tanto al exterior como al patio central. El tejado era a doble vertiente y a la separación de ambos pisos era mediante una imposta continua.

El proyecto de Villegas fue sustituido por otro de Ventura Padierne, quien respetó la idea original de Villegas en cuanto a estructura, forma y dimensiones, eliminando la tercera planta y presentando una mayor arbitrariedad en la compartimentación interna, fraccionado más los espacios, tal vez por una aplicación a las propias funciones del edificio. Podemos considerar este diseño como una adaptación del primitivo trazado de Villegas y no un diseño totalmente nuevo. Padierne elimina la amplia escalera, situando una a cada lado del zaguán, siendo la de la derecha la de carácter principal. En la planta baja sitúa las oficinas de prensa, percha y tundidores en las habitaciones mayores, y los despachos de lanas, emborradores, utensilios, carpintería y tesorería a continuación. En la planta alta sitúa la superintendencia, alcobas, salas, dormitorio y despachos. Las ventanas son más numerosas tanto al exterior como al interior del edificio, donde está el gran patio central.

Al otro extremo del patio de acceso a la Rotonda se encuentra la capilla construida en 1759. De planta cuadrada, la parte superior fue remodelada al construirse el ramal Norte mientras que al interior es mucho anterior. Como condición a la cesión de los terrenos la cofradía de Santa Lucía, exigió la construcción de una nueva capilla.


Plano de la Rotonda de la Real Fábrica de Paños, realizado por Ventura Padierne.

5. Ampliaciones
La primera ampliación corresponde al arquitecto Jaime Marquet en 1761. Corresponde a las dos naves adosadas a la Rotonda, por los lados norte y nordeste. Son los llamados “ramales de prensa y tinte”, realizados con materiales y técnicas muy distintos a los usados en el edificio principal, con dos plantas y semisótano, y muros de la mitad de espesor. Estas estancias, rectangulares y paralelas entre sí, están separadas por un ancho patio que desemboca en la puerta principal de la Rotonda, a cuya fachada se adosan cerrando los huecos de las ventanas correspondientes a esta zona. Además, alojaba la cocina y la sala de hilanderas. Al Norte del ramal Este y adosada a la Capilla esta la Casa de Dirección. Este edificio debe ser posterior al trazado de Marquet, ya que no aparece reflejado en sus planos. Situada a lo largo de la antigua muralla de la Villa y adosada a ella, se encuentra la llamada Casa Nueva, un edificio separado del conjunto de la fábrica por una calle y unido a este por un pasadizo en la primera planta, donde se situaron las salas de esmotadores y abaqueteadores.

Jaime Marquet: proyecto de ampliación para la Fábrica de Paños de Brihuega.

Autoría investigación: Ángel Blázquez Ramos, María García Gonzalo y Manuel Rus Jodar

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