miércoles, 27 de enero de 2010

Hayedo de Tejera Negra (2/3)

LOCALIZACIÓN.
Ocupa el sector noroccidental en la provincia de Guadalajara, formando parte del macizo de Ayllón, en el extremo oriental del Sistema Central.

Desde el punto de vista demográfico, la zona se caracteriza por un importante éxodo rural, dando lugar en algunos caso a la despoblación absoluta de núcleos enteros.

ELEMENTOS DE MAYOR VALOR PAISAJÍSTICO: LA HAYA
El bosque de hayas constituye el factor natural de mayor interés y el motivo esencial de la protección de que es objeto este espacio.

El haya (Fagus sylvatica), debió llegar a la zona del macizo de Ayllón en épocas de climas más húmedos que el actual, que no es favorable y le obliga a refugiarse en determinadas localizaciones (umbrías, exposiciones concretas, etc). Se caracteriza por su elevado porte, puede alcanzar los 40 m. de altura. La copa es amplia con abundante follaje que intercepta la mayor parte de la radiación solar originando una gran sombra. El sistema radicular es potente, con una raíz principal poco profunda y raíces secundarias muy fuertes. Las hojas son simples y caducas. La foliación y la floración se producen de abril a mayo, los frutos maduran en septiembre-octubre. Vive sobre terrenos fértiles y frescos, de variada naturaleza: arcillas, granitos, neises, margas, esquistos, etc., si bien abunda más sobre las calizas. es una especie muy exigente en principios fertilizantes del suelo y origina una abundante capa de materia vegetal muerta. Desde el punto de vista edáfico su óptimo se encuentra en las tierras pardas.


EL PAISAJE VEGETAL
Formaciones arbóreas de haya (F. sylvatica). Los hayedos del macizo de Ayllón pertenecen a los más meridionales.


Formaciones de robles melojos (Q. pyrenaica). Constituyen la auténtica clímax en equilibrio con las condiciones climáticas y edáficas dominantes hoy en esta zona.

Formaciones arbustivas y subarbustivas. Destacan los matorrales formados por brezos (Ericaceas). Formaciones acidófilas y se localizan entre 1.200 y 1.800 m., constituyendo etapas de degradación de los bosques caducifolios.

Repoblaciones de coníferas. Junto a la vegetación natural destacamos las formaciones de pinares introducidos mediante repoblaciones, efectuadas tanto sobre brezales como sobre el propio hayedo y melojar.

Otras formaciones. Por encima de los 1800 m. encontramos pastor alpinizados de Festuca ovina que desempeñan un importante papel como formadores y fijadores del suelo.
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